Hola, soy Natalia
Me mudé 38 veces. Cambié de casa, de muebles, de trabajo, de decoración, de país y de maneras de pensar. Cada sitio me ha regalado un nuevo aprendizaje.
Te invito a conocerme un poquito más a través de mi historia y los espacios que más me han marcado. Y te animo a contarme tu propia historia para trabajar juntas en tus nuevos espacios.
Mi vida a través de los espacios
Los afiches de mi madre
Cuando era pequeña vivía en el centro de Córdoba en una casa prestada, muy humilde, con las paredes desgastadas. A pesar de que eran momentos difíciles, mi madre quiso mejorar mi habitación empapelándola con afiches que ella misma había recolectado. Creo que ese gesto de mi madre por crear para mí un espacio que me gustara, plantó la primera semillita de mi interés por la decoración emocional. No siempre los espacios más bonitos y perfectos son los que dejan huella ¿no crees?
Entre manteles y libertades
A los 19 años me fui a vivir sola, por primera vez a un espacio que era solo mío y que representaba un nuevo comienzo. Aunque mi madre no estaba convencida de esta idea, me apoyó regalándome algunos muebles, sábanas, vajilla y un mantel amarillo que hasta ese momento no me gustaba para nada. Pero ahora, en mi nueva cocina, rodeada de plantas y con aires de libertad, ese mantel cobraba otro valor. ¿Te ha pasado que los objetos de siempre en otros espacios se transforman?
Todo se transforma
En Barcelona estudié interiorismo, me formé en decoración, estilismo, diseño de jardines, coaching, PNL y mindfulness. Todo lo que me gustaba y lo que ya hacía casi instintivamente ahora tenía métodos, teorías, novedades y muchas ganas de seguir creando.
Mi marido había montado su propia empresa de compra-venta de coches y siempre traía a casa matrículas diferentes. Y pensé… ¡Esto no puede quedarse en una caja! Con todas ellas hice un gran cuadro para la tienda. Luego de 10 años el cuadro sigue allí, simbolizando las ganas, el compromiso, el positivismo y el inicio de algo que para nosotros fue muy importante. Soy de las que creen que no hay que gastar una fortuna para transformar un espacio. Con imaginación, la combinación precisa de materiales y texturas se puede conseguir muchísimo.
Espacios que unen
¿Te mudas y quieres darle vida a tus nuevos espacios? Te aconsejo por mi experiencia personal y profesional que incluyas las opiniones de todos los que van a habitar esos espacios a la hora de tomar decisiones sobre distribución, muebles, colores y texturas.
Recuerdo nuestro piso en Barcelona como uno de los más acogedores. Todo lo decidimos juntos con mi marido y los niños, que preferían dormir en la misma habitación y tener un cuarto de juegos, a tener cada uno su habitación. Disfrutábamos de una entrada de luz dorada al atardecer que junto a los muebles de madera, el color azul de la pared y las plantas que elegimos lo hacían súper acogedor. Recuerdo este piso como el elegido por toda la familia y amigos para pasar las Navidades de aquellos años. Los espacios elegidos en familia unen, invitan y crean momentos compartidos.
Un sueño propio
Una casa abandonada, llena de humedad, corroída por el paso del tiempo. Fue amor a primera vista. No por lo que veía, sino por lo que imaginaba. Nuestra casa propia, en Córdoba, un desafío al que era imposible resistirme. Una transformación que llevará tiempo, amor y dedicación, pero aquí estoy, como siempre, para darlo todo.
Estos han sido los espacios y momentos que me han marcado, de todos he aprendido y sumado a mi experiencia personal y profesional. Te animo a contarme tu historia para así co-crear juntas tus espacios.
Primera sesión gratuita